En la mañana de los atentados del 11 de septiembre de 2001 no acudió al trabajo ninguno de los más prestigiosos banqueros y financieros que todos los días ocupaban las Torres Gemelas. Del mismo modo que en el 11-M de Madrid, las víctimas fueron trabajadores. ¿Hay alguna lógica que explique esto, salvo que los autores trabajaban para los ricos y poderosos que se libraron del atentado?
Cualquier otro día hubiera sido rutinario; con sólo 15 minutos de retraso, el gobierno habría enviado cazas a interceptar cualquier vuelo civil que se desviase de su rumbo. Sin embargo, aquella mañana los mecanismos de respuesta de las fuerzas aéreas estaban desactivados y los cuatro aviones secuestrados pudieron burlar, durante más de dos horas, el espacio aéreo más protegido del mundo.
Siete semanas antes, Larry Silverstein , propietario del WTC, arrendó el complejo y contrató un seguro con 22 compañías distintas que cubría «daños de propiedad e interrupción de los negocios». Fue el gran beneficiado financiero de los atentados terroristas, pues cobró 7.000 millones de dólares.
Las firmas Morgan-Stanley-Dean-Witter y Merril Lynch , ambas localizadas en las Torres Gemelas (una en cada torre), compraron acciones de las líneas aéreas afectadas, American y United , entre el 6 y el 10 de septiembre, mediante “ put options ”(Opción de venta: Contrato que concede a su titular el derecho a vender un activo, al precio que se estipule, desde la fecha de la firma y hasta su vencimiento) multi-millonarias. Ninguno de los altos ejecutivos de ambas compañías estaba en su oficina a la hora fatal.
El edificio WTC7 , de 47 pisos –que no fue afectado por ningún avión– implosionó a las 17:20 de la misma manera que en una demolición controlada. Increíblemente, La BBC y la CNN informaron en directo del derrumbamiento ¡20 minutos antes de que sucediera!
De los 19 supuestos secuestradores suicidas, nueve están vivos en Arabia Saudita. Centenares de pilotos testifican que ni los mejores profesionales podrían repetir aquellas maniobras sin el empleo de un sistema de guía y control remoto automático, de tipo “ Global Hawk ”. No había ni siquiera nombres árabes en las listas de los pasajeros. Además es imposible creerse que aunque nada sobrevivio el fuego intenso, ni las cajas negras, solo el pasaporte de Atta sobrevivió
Jamás en la historia se ha derrumbado un edificio de acero y hormigón debido a un incendio y tampoco hay precedente histórico de un colapso simétrico y a la velocidad de caída libre salvo en demoliciones controladas
Los restos de la escena del crimen más grande de la historia fueron inmediatamente trasladados a China donde desaparecieron
Centenares de bomberos y personal de búsqueda y rescate, testifican haber escuchado numerosas detonaciones en los sótanos y pisos inferiores.
En Washington, lo que impactó en el Pentágono no fue grabado por ninguna de las 45 cámaras de video del edificio y las imágenes grabadas por tres comercios colindantes fueron inmediatamente requisadas por el FBI. Los presentes testifican que no fue un avión sino un misil. Lo que impactó produjo un solo agujero que penetró tres de los cinco anillos concéntricos del Pentágono sin dejar ni rastro de avión. Sin embargo, si un avión choca contra un edificio de hormigón armado, el fuselaje de aluminio no produce un agujero sino que los motores de titanio producirían dos agujeros, mientras que el fuselaje quedaría fuera.
En septiembre de 2000, ciertos elementos del gobierno estadounidense publicaron un informe denominado por las siglas ( PNAC ) en el que aseguraron: “nuestra propuesta de militarización sería lenta sin un nuevo evento catastrófico y catalizador, como un nuevo Pearl Harbor” .
lunes, 3 de diciembre de 2007
Las principales irregularidades del 11 de septiembre del 2001
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